The memory of a momposino landscape
Project Type/
Textile Architectural Surface
Date/
2020
Photography/
Antonia Reina
"The memory of a Momposino landscape" is an architectural surface for interior design measuring 2.40mx 1.20m consisting of 32 equal 30cm squares crocheted and mounted with the same technique on 3mm metal wire frames. Each crocheted square has three shades of blue in cotton thread dyed by me with reactive dyes and two shades of ocher yellow in coral thread. This surface arises from the commission to inquire about the possibilities of innovation in design for handicrafts, which led to the creation of the surface entirely by the hand of several Colombian artisans*. The artisans I work with guided me and helped me materialize this project; Among these, I highlight Lucia Aguirre with whom we carried out the material exploration that defined the path for what this surface was going to be and the artisan Marina Rojas, whom I reached through the designer Maria del Carmen, with whom we gave life to the final piece. . This union between architecture and crafts is born from a memory of when I was on the small balcony of the old market square of Mompox, Bolivar around 7pm on April 18 during the Holy Week procession . From this specific atmosphere in which I inhabited, a deeper understanding of the sensations, architecture, lighting and colors that I saw was made to arrive at the piece.
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El proceso de diseño de la tela para que Ana María pudiera bordarla requirió mucha atención al detalle. En la creación de la muestra, primero jugué con diferentes propuestas de colocación y tamaño de los bordados hasta que todos quedamos contentos con su aspecto. Luego creé escala 1: 1papeles en ilustrador de cada pieza del patrón de la túnica, con una cuadrícula que mostraba la colocación exacta de todos los bordados y sus medidas. Ana María colocaba estos moldes de papel que le envié sobre la tela y bordaba justo encima, dejando líneas punteadas en el papel mientras pasaba por la tela con su aguja. Para la producción decidimos que lo haríamos un poco diferente. Aprendí de la creación de la muestra que sería mejor para la costurera no tener la tela ya cortada. Así que, avanzando, calculé cuántas yardas de tela se usaban en una túnica y armé una nueva cuadrícula que cubría las dos yardas de tela con las ubicaciones de los bordados y las medidas, para luego ser cortado y cosido por la costurera.